Todo es posible

Mensaje de Diciembre 2018 – 13

 

Mis queridos jóvenes:

Os saludo en el nombre del Señor Jesucristo y pido que sus bendicio-nes, amor y dirección sean sobre vosotros en abundancia.

Límites humanos y divinos
Hoy quisiera compartir con vosotros el texto de Mat. 19:26, “Jesús, mirándolos, les dijo: Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible” (NBL).

El título de esta carta pastoral es muy sugerente: “Todo es posible”. Nos habla de que no hay nada en este mundo por complicado, intrincado y difícil que sea, que no pueda Dios con ello, aún lo imposible, es decir aquello que no puede ocurrir o realizarse, es posible para nuestro Creador. No hay nada que se escape a su control; nada que no sea lo suficientemente complejo que no pueda desvanecerse cuando su palabra poderosa lo ordena.

Comprender esto es un poco complicado para los humanos, porque tenemos que imaginarlo para entenderlo ya que no poseemos el atributo de la omnipotencia, como Dios. Hemos aceptado el hecho de que existen infinidad de imposibilidades en la vida y ante ellas sencillamente nos rendimos o resignamos. Por ejemplo, sabemos que no podemos detener el curso del sol o que es imposible que se divida un mar en dos formando sendos muros de agua. Es imposible que la gente muerta y en fase de descomposición orgánica vuelva a la vida por la acción de algún fármaco… Nadie esperaría que lloviera oro del cielo o que nacieran casas en la hierba del campo.

Estas imposibilidades hacen que la ciencia rechace la fe categóricamen-te, precisamente porque plantea que la fe es el vehículo para alcanzar lo imposible: “Para el que tiene fe, todo es posible” (Mar. 9:23). Los científicos conocen las leyes físicas y saben que son invariables, algo que vaya contra natura se rechaza de plano.

Ahora bien, Jesús nos plantea que por la fe todo es posible y que los milagros existen, que Dios puede hacer lo que quiera. ¡Qué maravilloso!

Dios no se mueve en espacios limitados, ni está condicionado por restricciones que le impidan alcanzar sus deseos. Lo que quiere hace, cuando quiere y cómo quiere. Él ha hecho el universo infinito; ha creado nuestro planeta y todas las cosas que hay en él. Ni el más sabio de los sabios sería capaz de crear una simple flor o un diminuto insecto.

Él posee el secreto del poder absoluto, la capacidad de generar vida y de traer a la existencia cualquier cosa que se le ocurra. ¿No es un extraor-dinario milagro habernos creado a cada uno de nosotros? Un testimonio irrefutable de su poder y capacidad creadora lo hayamos en la inmensa variedad de vegetación que cubre la tierra, los animales, las estaciones, el paisaje, etc. Dios no sólo crea flores, plantas y árboles sino que los hace de mil formas y aromas, que dan sus frutos y sustancias con principios activos que sirven para alimentar y curar a las personas y así muchas cosas más.

Hijos de Dios
Pudiendo creer en Dios y depositar en Él nuestras inquietudes, proble-mas y límites propios de la humanidad, muchos deciden basar su vida sobre su mísero yo y afincarse en el pensamiento de que los límites establecidos para los humanos no se pueden traspasar. Y esto es verdad con relación al ser humano, pero no con relación a Dios.

Decidir confiar en Él, caminar con Él, amarle a Él, nos introduce en su mundo y nos da la facultad de ser llamados “hijos suyos” (Jn. 1:12). Un hijo tiene todo el derecho de recibir la herencia del Padre: Su nombre, sus riquezas, su cuidado, protección y ayuda. Los que creemos que Jesús es nuestro Salvador personal, somos coherederos con Él de todas las riquezas eternas (Ro. 8:17); cuando una persona decide bautizarse y entregarse al servicio del Maestro, la Divinidad al completo se pone a nuestra disposición: “El hecho de que habéis sido bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es una garantía de que si pedís su ayuda, estas potestades os ayudarán en toda emergencia” (Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 396).

Podemos vivir para el mismo Dios que creo el Universo, dividió el Mar Rojo por donde pudieron pasar los israelitas en seco; el Dios que podemos amar hoy es el mismo que alimentó a Israel durante cuarenta años con maná; les protegió de sus enemigos, los guio de día y de noche, hizo salir aguas en el desierto y detuvo el sol en Gabaón; resucitó muertos, calmó tempestades, provocó la caída de los muros de Jericó, protegió a sus hijos del fuego y de la ferocidad de los leones; podemos elegir pertenecer al Dios que convirtió el agua en vino y unos pocos panes los multiplicó y pudieron comer miles de personas; sí, queridos jóvenes, hoy podéis decidir colocaros en las manos de Aquel que dio su vida por nosotros y que venció al diablo en la cruz del Calvario.

Todo es posible para Dios, sólo hay una cosa que Él no hará jamás y es faltar a su Palabra: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Núm. 23:19). (RVR1960). ¡Qué bendita esperanza! Es, pues, posible que le neguemos y le demos la espalda, de hecho lo hemos hecho muchas veces y lo seguimos haciendo, pero Él nunca, nunca, soltará nuestra mano porque nos ama, a no ser que nosotros nos alejemos voluntariamente.

Todo es posible para nuestro Dios, ¡qué paz y qué seguridad debiéra-mos abrigar en nuestros corazones! Si Él quiere y lo ve conveniente nos librará de todo aquello que nos angustia y como mínimo nos dará la capacidad para superar los golpes de la vida sin desmayar.

Conclusión
¿No vale la pena, queridos jóvenes, utilizar nuestra vida para rendir servicio al único Ser en el universo que es Todopoderoso e Inmortal? ¿No vale la pena vivir de tal manera que honremos a Aquel que nos trajo a la existencia? ¡Cuánto gozo pierden millones de personas por no asir la mano de Dios! Si para Dios no hay nada imposible ¿qué nos puede abatir? Nada, porque Él tiene el control absoluto: “¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!” (Rom. 8:31). (DHH).

Os invito a vivir con esta maravillosa convicción. Que Dios os bendiga. Amén.

José Vicente Giner Pastor y director del Departamento de Jóvenes de la Asociación General

Abreviaturas de versión bíblicas
DHH. Dios Habla Hoy
NBL. Nueva Biblia Latinoamericana
RVR1960. Reina-Valera 1960.