No Perdáis la Confianza

Mensaje Octubre 2019

Mis queridos jóvenes:

Os saludo en el nombre del Señor Jesucristo y pido que sus bendici­o­nes, amor y dirección sean sobre vosotros en abundancia.

La obra más delicada

En este mes reflexionaremos sobre el tema de la confianza y nos basaremos en unas palabras del apóstol Pablo: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón(Heb. 10:35). (RVR1960).

Si os pregunto en cuántas personas podéis tener profunda confianza, seguridad absoluta de que no os van a decepcionar, a traicionar, o a hacer daño… seguramente me contestaréis que en pocas o en ninguna. Esto es muy triste y desconsolador, porque nos muestra una cruda realidad: El corazón humano es inestable, cambiante, decepcionante… Jeremías dice que el corazón es “Engañoso… más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?“ (Jer. 17:9). El Testimonio nos confirma esto: “Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual los hombres estuvieron alguna vez ocupados“ (MCP1, 89).

Esto no significa que tengamos que vivir desconfiando de todo el mundo, pero por desgracia las decepciones sufridas en la vida con amigos y personas de confianza que nos fallaron, nos lleva a colocarnos el caparazón de la desconfianza. En nuestras sociedades modernas es bastante difícil confiar en la gente porque las decepciones sufridas cierran el corazón al prójimo.

La invitación de Dios

            En gran medida esta desconfianza que se ha generado en nuestros corazo–nes nos influye a tener la misma actitud para con Dios. Muchos tienen dudas de que Él exista, otros rechazan de plano la idea de que existe un Dios y otros creen pero no han desarrollado su confianza en sus promesas y por eso viven fluctuando, llenos de temores y amargados. De ahí que el apóstol Pablo se dirija a los creyentes y les haga un apelo poderoso y claro: “No perdáis, pues, vuestra confianza…“.

Podemos perder la casa, el automóvil, el trabajo, la salud, los amigos, los hijos, el cónyuge y otras tantas cosas, pero nunca, nunca la confianza en Dios. Si perdemos la confianza en el Señor lo hemos perdido todo. Sin embargo si lo perde–mos todo pero nos queda la confianza en el Señor, sabemos que vamos a recibir auxilio, socorro y que va a venir la solución tarde o temprano, como ocurrió con Job.

Confiar significa tener seguridad o esperanza en algo o en alguien. El cristiano que ha decidido creer en Dios y en la obra de la redención llevada a cabo por el Señor Jesucristo, que lo ha abrazado como Salvador personal, confía, tiene la seguridad de que todo lo que dice Dios a través de su Palabra se cumple, vive diariamente con esta convicción. No es una cuestión que se basa en sentimientos y emociones, porque estos son tan cambiantes como el tiempo; se trata de una convicción basada en el principio de creer en la Palabra de Dios contra toda esperanza. Job expresó su convicción profunda precisamente cuando se vio abrasado por las llamas de la adversidad: “Yo sé que mi Redentor vive“ (Job 19:25). (RVR1960). Es normal que expresemos nuestra fe cuando todo va bien, que nos sintamos eufóricos, inspirados y dispuestos a hacer grandes cosas para Dios. El problema viene cuando algo se fractura en nuestra vida.

Es precisamente en estas situaciones que necesitamos urgentemente ejercer confianza en nuestro amado Señor. Tener la certeza que todo está bajo su control y supervisión y que con la prueba viene inherente el germen de la solución: No os ha tomado tentación, sino la humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la sali–da, para que podáis aguantar“ (1 Co. 10:13). (JBS).

Creer a Dios porque lo dice su revelación, es el acto más audaz y valeroso que existe debajo del sol en este planeta. Creer en sus palabras, es lo que dará sentido a nuestra vida y sostendrá nuestra alma en los momentos peores de la vida que seguramente vendrán. Hay situaciones complicadísimas, para las cuales no encontramos una salida y sólo podemos impotentes dejarnos vapulear por el viento de la adversidad, como le ocurrió a Job. Sin embargo hay un poder extraordinario en el confiar absolutamente en el Señor cuando todo se derrumba a nuestro alrededor. Dios no nos pide que comprendamos la naturaleza de cada prueba que nos golpea, tampoco nos pide que descubramos por qué ocurren ciertas cosas difíciles de aceptar como la muerte de un ser querido a temprana edad. No podemos basarnos en la lógica y el sentido común para explicar el infortunio, el dolor, la enfermedad o la muerte. Nuestro ser entero se rebela contra lo que nos lacera y oprime.

En estas situaciones, cada hijo e hija de Dios, deberían aprender a confiar con toda certeza en que el Señor guía el timón de nuestra embarcación y que por muy brava que sea la tormenta, el barco llegará a puerto seguro. La expresión “no temas“ aparece cientos de veces en las Escrituras. Es una clara evidencia del amor de Dios hacia cada uno de nosotros. Su amor es responsable, permanente, profundo e inconmensurable. Él nunca nos abandonará, ni adoptará una actitud de indiferencia hacia cada uno de nosotros. ¡Al contrario! Lo explica claramente la Biblia cuando enseña que Dios tiene en cuenta a las aves del cielo y que viste a los lirios del campo. La conclusión es esta: Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?“ (Mat. 6:30). (RVR1960).

Conclusión

Queridos jóvenes, a través de su Palabra Dios nos quiere educar, formar, moldear en el ámbito de la fe. La guía de su Santo Espíritu nos provee las herramientas necesarias para capacitarnos a fin de lograrlo. El objetivo de Dios es conseguir que en nuestra vida se rebele el carácter de su Hijo Jesucristo, mientras que nuestro objetivo debiera ser confiar que Dios logrará su meta bajo nuestro consentimiento y esfuerzo. Aprender a confiar en Dios debe ser nuestra tarea principal en la vida. Que el Señor os bendiga ricamente. Amén.

José Vicente Giner
Pastor y director del Departamento de Jóvenes
de la Asociación General

Para la reflexión:

  1. ¿En cuántas personas confías?
  2. ¿Qué es para ti la verdadera confianza?
  3. ¿Cuánta confianza dirías que tienes en Dios?
  4. ¿Has hecho experiencias en la aplicación de tu confianza en Dios?
  5. ¿Cómo crees tú que se debe cultivar la confianza en Dios?

Abreviaturas de versión bíblicas

 

RVR1960            Reina-Valera 1960

JBS                        La Biblia del Jubileo 2000